Una vez que ha adquirido vocabulario complementando a objetos con palabras complementarias como colores, tamaños, podemos introducir parejas de término opuesto. Los niños pequeños entienden fácilmente estos conceptos:
- Alto- Bajo
- Grande -Pequeño
- Gordo – Delgado
- Triste – Alegre
Lo importante es que estas parejas de palabras aparezcan con frecuencia en su vida diaria, para que las pueda entender y asociar.
Cómo enseñarle oraciones
Simplemente consiste en añadir a las anteriores parejas de palabras una acción. Por ejemplo si antes teníamos la pareja de palabras: papá – alegre, ahora añadimos un verbo: papá está alegre. Un ejemplo de oraciones:
- Coche corre deprisa
- Mamá tiene sueño
Luego podemos ir añadiendo más palabras complementarias, añadiendo complejidad:
- Niño pinta coche rojo
- El hermano lee libro grande
Use combinaciones de tarjetas sencillas de una única palabra y forme las oraciones. Cambie los nombres o sujetos de las oraciones para que el juego sea más entretenido y e instructivo para el niño.
Posteriormente puede crear cartulinas con oraciones completas dentro de cada una de ellas. El tamaño debe ser aproximadamente de 4 x 24 pulgadas ó 10 x 60 centímetros. No junte demasiado las palabras, deben quedar claras. Un conjunto de cinco cartulinas con una oración en cada una de ellas es suficiente para empezar.
Cuando haya aprendido estas oraciones con sus cartulinas, prepare un libro con cinco nuevas oraciones. El libro debe tener un dibujo de cada una de las oraciones. El tamaño de la cartulina del libro debe ser de 8×18 pulgadas ó 20×46 centímetros. Cada letra debe tener dos pulgadas ó cinco centímetros de alto. Para favorecer el aprendizaje conviene crear oraciones con acciones cotidianas del niño. En una página estará la oración y en la siguiente la ilustración, de tal forma, que el libro sea de 10 páginas: 5 oraciones y 5 dibujos relacionados con las oraciones.
Cómo enseñarle frases
El objetivo en esta fase es que pueda reconocer las palabras sueltas que ha aprendido antes en frases que no conoce, de tal forma, que al ver estas palabras conocidas pueda relacionarlas y establecer la situación o el significado de la frase.
Si anteriormente le hemos enseñado las palabras papá, coche, rojo, jugando, podemos ahora crear una frase más compleja: Papá está jugando con el coche rojo. Aunque no entienda la conjugación está jugando, si que entenderá las palabras: papá, jugando, coche rojo y podrá entender la situación y posiblemente preguntará más detalles.
El siguiente paso es enseñarle palabras modificadoras: un, una, unos, unas, el, la, los, las e incluirlas en las oraciones sin tratar de explicarlas, únicamente que el niño se acostumbre a verlas acompañando a los sustantivos. Juegue con el niño combinando las palabras sueltas para formar frases complejas incluyendo ya las anteriores palabras modificadoras.
Intente que se concentre en 60-70 palabras habituales, no introduzca más, es mejor que domine éstas concienzudamente.
Cómo leer libros
Cuando ya domine las oraciones y frases complejas con el anterior vocabulario limitado, ya puede dar el salto a un libro. Obviamente estamos hablando de libros sencillos, uno que contenga el vocabulario que previamente usted ya le ha enseñado, ó cuando esté enseñándole palabras sueltas asegúrese que las va introduciendo sabiendo que libro le acabará leyendo, así puede evitarse sorpresas o pérdida de tiempo buscando un libro que se ajuste al vocabulario del niño. El libro debe tener una única frase en cada página para que no se agobie, un dibujo que la acompañe.
Otra opción si no encuentra lo que desea es prepararse el libro de forma casera. Incluyendo fotos propias y las combinaciones de palabras anteriormente enseñadas.
Antes de que se aburra del libro, tenga preparados otros, incremente poco a poco su nivel de comprensión. Ayúdele a descubrir nuevas palabras y a desarrollar sus capacidades.
Adelantarle a un niño la edad para que comience a leer le abre muchas puertas del conocimiento y no se arrepentirá.
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