¿Existe algo más gratificante en esta vida que ayudar a tu hijo a desarrollar todo su potencial y estimular su inteligencia?
Uno de los principales objetivos de la educación es formarles y enseñar a los niños a explotar sus habilidades e inteligencias múltiples dominantes de las que más adelante hablaremos.
Sin embargo, no podemos delegar toda esta labor al colegio, los padres tenemos y debemos actuar. Cuando no hay tiempo o nuestras prioridades son otras, delegamos esta responsabilidad a los profesores, colegios. Muchos padres creen que la educación se limita a alimentarles, vestirlos, llevarles al colegio y facilitarles las necesidades básicas. La educación es mucho más.
Los grandes resultados se obtienen en el hogar, los padres con el niño, no en el colegio.
Durante los seis o siete primeros años los niños tienen un potencial de aprendizaje que jamás volverán a tener. Son ventanas de tiempo que hay que aprovechar para estimularlos. La estimulación que se realice durante estas ventanas de tiempo es crucial y mucho más importante que la que se realice con otras edades.
Hay estudios y casos verídicos de niños abandonados por los padres desde edades muy tempranas que al ser recogidos al cabo de seis o siete años por instituciones o padres adoptivos e intentar recuperarlos mediante estimulación para aprender habilidades básicas, no ha sido posible igualar a las adquiridas por un niño en un entorno estable, ya no decimos rico en estímulos.
Por el contrario, en grandes genios o niños muy inteligentes se ha descubierto que fueron educados en entornos muy ricos de estímulos. Por ejemplo, niños que han vivido en distintos países, aprendían distintas lenguas, conocían distintas culturas, distintos colegios, amigos, etc.

En los colegios o escuelas no se forjan el futuro y felicidad de nuestros hijos, se forja dentro de su familia y entorno. Dentro de la familia y en el hogar adquieren principios y valores que perdurarán toda la vida y las habilidades que les permitirán desarrollarse plenamente.
La escuela o colegio es muy importante para nuestros hijos, nadie lo cuestiona, pero no puede reemplazar a los padres. Los padres tenemos que poner las bases, los cimientos (principios, valores, habilidades, inteligencia) y la escuela construye las distintas plantas (formación docente). En clase nuestro hijo convive con muchos otros y no tiene una dedicación personalizada. Cada niño es un universo distinto con sus necesidades específicas.
Hay niños con unas inteligencias y destrezas más dominantes que otras. Sin embargo en los colegios, por las necesidades obvias de garantizar una educación asequible a todos los ciudadanos, se agrupan por clases de niños de la misma edad. Es una primera aproximación y creemos que es la mejor pero podría haber otras.
Por ejemplo, en vez de agruparlos por edad, podríamos agruparlos por el nivel de sus inteligencias dominantes, habilidades. Por ejemplo, un niño de seis años si tiene una inteligencia lógica matemática muy desarrollada podría compartir clase con otro de ocho que tiene más problemas. Y a su vez, este niño de ocho podría compartir clase sobre artes plásticas con otro de diez, si en esta habilidad destaca.
Como podemos imaginar esta solución podría ser apta en algunos casos pero enseguida vemos que podría generar más conflictos que los que soluciona. Unos cuantos ejemplos: la gestión de las clases al tener distintos números de alumnos, discriminaciones de edad, problemas de convivencia, valoraciones públicas de los alumnos lo que podría provocar envidias y competencia entre niños y también padres, así podríamos seguir con un sinfín más de problemas.
La intención de todo lo explicado anteriormente es explicarte por qué los colegios, para un mejor tratamiento de sus alumnos y facilitar la gestión evitando los problemas anteriores, tienden a homogeneizar la enseñanza, a tratar a todos por igual. Lo cual, es lo más apropiado para el correcto funcionamiento del colegio y el sistema que menos conflicto genera pero, por contra, al homogeneizar la enseñanza no se aprovechan las particularidades de cada alumno. Aquí es donde debemos entrar los padres.
Debemos personalizar en casa la enseñanza de nuestros hijos, porque si no lo hacemos nosotros, no lo hará nadie.

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Ya sabemos que los padres no disponemos de mucho tiempo para estar con ellos pero eso es lo que vamos a intentar solucionar aquí. Aportar nuestro pequeño granito de arena. El objetivo es que los niños sean autosuficientes pero antes hay que proporcionarles un guión o pautas que establezcan nuestro particular programa de desarrollo personalizado para nuestros hijos que veremos en la siguiente clase.
Y por hoy termina la clase pero antes te dejamos con unas lecturas muy interesantes sobre la Teoría de las Inteligencias Múltiples y muchas más cosas interesantes:
Mejor contenido sobre cómo desarrollar la inteligencia de nuestros hijos
Actividades y juguetes para estimular la inteligencia de los niños
Actividades para estimular las múltiples inteligencias, la creatividad, la memoria mientras juegan y se divierten:
- Nuestra recomendaciones sobre las mejores actividades para desarrollas sus inteligencias múltiples
- Juguetes recomendados para desarrollar la inteligencia visual espacial
- Juguetes recomendados para estimular los sentidos (agudeza visual, auditiva, cinestésica…)
- Metodología educativa: prender la curiosidad de los niños
Sobre estimulación temprana
En cualquier caso, tanto si te ha gustado, como si tienes cualquier duda, nos puedes enviar un comentario a hola@gabrielyadrian.com indicando en el asunto el número de la clase para poder atenderte mejor.
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